Año de visita:
2020
Contacto:
Encuentra sus productos en nuestro sistema de comercialización Wayruro Orgánico, en Quito.
Ubicada justo por debajo de la línea de páramo en los contrafuertes occidentales de la cordillera central, Nahual Palugo es un bello ejemplo de sistema permacultural maduro. Ha sido un largo recorrido de más de 30 años, empezando como hacienda especializada en la producción de pie de cría de ganado Brown Swiss.
Francisco Dammer, el fundador del emprendimiento, optó por seleccionar rasgos genéticos que le parecían fundamentales para el bienestar de los animales en las condiciones particulares del Ecuador, como patas largas y porte adecuado. El resultado de su trabajo se ha repartido y ha sido muy apreciado por el sector campesino, especialmente en la sierra centro. En los últimos años una nueva generación, formada por sus hijos y sus familias, ha llevado a la finca hacia un desarrollo regenerativo intenso, con diversificación de productos y sistemas elaborados de cultivo y crianza.
Destacan por el lado agrícola la regeneración de 15 hectáreas que estuvieron sometidas a explotación de materiales pétreos y hoy son ya potreros productivos, el sistema de policultivo de pastizales con hortalizas y alfalfa, el uso de tractores animales de cerdos y gallinas, la crianza en libertad de estos animales.
En el lado de productos elaborados, destacan la mantequilla con fermentación natural, la leche cruda y pasteurizada, la alta calidad de quesos y yogurt, la herbología natural de Yuyos con sus aguas aromáticas y productos cosméticos. En el lado social, Nahual funciona de forma participativa, con los trabajadores y propietarios compartiendo la toma de decisiones y la carga de responsabilidades.
Las tres familias que viven en la finca están profundamente comprometidas con el cambio hacia modelos regenerativos de vida. Hacen educación en casa para sus 7 niños, construyeron sus casas en materiales naturales, realizan programas de educación y de acercamiento a la naturaleza para estudiantes nacionales y extranjeros, cuidan su alimentación de forma natural. La finca protege además 40 hectáreas de bosque natural alto andino.
