Año de visita:
2020
Contacto:
Hace un poco más de 10 años Agustina Arcos y Alejandro Solano se establecieron en una finca explotada por tala indiscriminada y malas prácticas de ganadería que con arduo trabajo han logrado transformar en lo que hoy es el bosque comestible Mashpi Shungo. Aplicando técnicas de permacultura avanzada lograron una transformación rápida y profunda, para convertir la propiedad en uno de los mejores ejemplos de producción orgánica de cacao. Buscando una coherencia en todos los aspectos de su vida, esta pareja de pioneros desarrolló luego una planta productiva de chocolate en la misma finca, recetas únicas de chocolate fino de aroma, alianzas con productores campesinos a quienes dan entrenamiento, y mercados que van desde lo local hasta lo internacional.